«Grises, doradas redecillas
de la luna hacen de toda la noche
un velo; los faroles del lago
dormido arrastran zarcillos de laburnio.
Los astutos juncos susurran
un nombre a la noche, el nombre de ella,
y toda mi alma es una delicia,
vergüenza que se desmaya.»
(Zurich, 1916)
-James Joyce
/
.alone
«The moon’s greygolden meshes make
All night a veil,
The shorelamps in the sleeping lake
Laburnum tendrils trail.
The sly reeds whisper to the night
A name -her name-
And all my soul is a delight,
A swoon of shame.»
Que bello poema… y como me gusta escuchar la suite de Peer Gynt de Grieg. Hacía tiempo que no la había vuelto a escuchar. Gracias por compartir tanta belleza, un beso Gabi.
Carmen
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Viste que dulzura…! Esa música eleva! Un abrazo Carmen!
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Sí que eleva. Recuerdo que al escucharla siempre me trasladaba a otro lugar e imaginaba los pioneros en los Estados Unidos, la vida dura, difícil, en pleno campo, y a pesar de todo en paz con los indios (utopia) Un abrazo
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Prodigiosa imaginacion… el poder llevarnos donde queramos, con un sonido… (que bello eso!)
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Poema de la más hermosa música, y, música increíble.
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Muchisimas Gracias, Ramon! un fuerte abrazo!
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MARIPOSA DULCE, BELLA,EXQUISITA
GRACIAS
EDDA
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Gracias a vos, ternura! Buen jueves!
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