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Miho Hirano

 

«I
Me siento en mi escritorio.
¿qué puedo escribirte?

enferma de amor,
Ansío vernos en persona.
Sólo puedo escribir,
«te amo, te amo, te amo.»
el amor me atraviesa el corazón
y desgarra mis entrañas.
Espasmos de anhelo me asfixian
y no se detendrán.»

«II

Si pensara que pudiera escapar
y llegar a vos, diez mil millas serían como una milla.
Pero ambos estamos en la misma ciudad
y no me atrevo a verte,

y una milla es más larga que un millón de millas.»

«III

Oh, la angustia de estos encuentros secretos
en lo profundo de la noche,
espero con el *shoji abierto.
Llegás tarde, y veo tu sombra
moverse a través del follaje
en el fondo del jardín.
Nos abrazamos ocultos de mi familia.
Lloro en mis manos.
Mis mangas ya están húmedas.
Hacemos el amor, y de pronto
los vigilantes de incendios aparecen
con palmas y alumbrando.
Qué crueles son
al aparecer en un momento así.
Alterada por sus apariciones,
balbuceo sin sentido
y no puedo parar de decir

palabras sin conexión.»

*shoji a un tipo de puerta tradicional en la arquitectura japonesa. Funciona como divisor de habitaciones y consiste en papel washi traslúcido con un marco de madera.

«IV
Me preguntás qué pensaba
antes de que fuéramos amantes.
La respuesta es fácil.

Antes de conocerte no tenía nada en qué pensar.»

«V
El otoño cubre todo el mundo
con brocado chino antiguo.
Los grillos gritan, «remendamos ropa vieja».

Son más austeros que yo.»

«VI
Solo nosotros. En nuestra pequeña casa,
Lejos de todos,
lejos del mundo,
sólo el sonido del agua sobre la piedra.
Y después te digo «Escuchá, escuchá.
Oí el viento en los árboles,

oí el viento en nuestra pequeña casa.»

«VII
Hacer el amor con vos
es como beber agua de mar.
Cuanto más bebo más sed tengo,
hasta que nada puede saciar mi sed

excepto beber todo el mar.»

«VIII
Un solo rayo en el amanecer,
la dicha de nuestro amor
es incomprensible.
No hay sol que brille ahí, ni
luna, ni estrellas, ni relámpago,
Ni siquiera una lámpara.
Todas las cosas son incandescentes

con el amor que ilumina todo el mundo.»

«IX
Me despertás,
separás mis muslos, y me besás.
Te doy el rocío

de la primera mañana del mundo.»

«X
La escarcha cubre las cañas del pantano.
Una bruma fina vuela a través de ellos,
haciendo crujir las hojas largas.

Mi corazón late lleno de felicidad.»

«XII
Vení a mí, como venís
con suavidad a la cama rosa de carbones
de mi chimenea

que brilla a través del bosque ligado a la noche.»

«XIII
Acostada en el prado, abierta a vos
bajo el sol del mediodía
un humo brumoso oculta a medias

mis pétalos de rosa. »

«XV
Porque sueño
con vos cada noche,
mis días de soledad

son sólo sueños.»

«XVI
Calcinada de amor, la cigarra
clama. Silenciosa como la luciérnaga,

mi carne es consumida de amor.»

«XVII
Durmamos juntos esta noche acá.
Mañana, ¿quién sabe dónde vamos a dormir?
Tal vez mañana nos acostemos en los campos,

con nuestras cabezas en las rocas.»

«XVIII
Fuegos
arden en mi corazón.
Ningún humo se levanta.
Nadie lo sabe.»
«XIX
Paso el día tensa, en-
soñando con vos.
Me relajo con gozo
cuando en el atardecer escucho
las campanadas de templo en templo.»
«XX
¿Quién está ahí? Yo.
Yo quién? Yo soy yo. Vos sos vos.
Tomás mi pronombre,
y somos nosotros. «
«XXI
La luna llena de primavera
se eleva desde el Vacío,
y empuja a un lado la red
de estrellas, una bola de cristal puro
sobre terciopelo pálido con gemas. «
«XXIII
Me gustaría poder ser
Kannon con mil cabezas
para besarte y Kannon
con mil brazos
para abrazarte,
y Dainichi para abrazarte por siempre»
«XXIV
Grito mientras me mordés
mis pezones, y el orgasmo
drena mi cuerpo como si
hubiera sido cortada en dos.»
«XXV
Tu lengua se mueve y rasguea
dentro de mí, y me vuelvo
hueca y ardo con luz
arremolinada, como el interior
de una perla vasta y creciente.»
«XXVI
Es el tiempo cuando
los gansos salvajes vuelven. Entre
el atardecer y
la luna creciente, una línea de
Brantas escribe la figura «corazón».»
«XXVII
Cuando salía del
baño caliente, me tomaste ante
el espejo horizontal
al lado de la cama baja, mientras mis
pechos temblaban en tus manos y mis
nalgas se estremecían contra vos.»
«XXVIII
La primavera llega antes este año.
laureles, ciruelas, melocotones,
almendras, mimosas, todas florecen a la vez. Bajo la
luna, la noche huele a tu cuerpo.»
«XXIX
Amame. En este momento
somos las personas
más felices del mundo.»
«XXXI
Algún día sólo seis pulgadas
de cenizas será todo
lo que quede de nuestras mentes apasionadas,
de todo el mundo creado
por nuestro amor, su origen
y muerte.»
«XXXII
Sostengo tu cabeza apretada entre
mis muslos, y la presiono contra
tu boca, y floto a la deriva
por siempre, en un barco
de orquídeas sobre un río del cielo.»
«XXXIII
No puedo olvidarme
del perfume de la noche dentro
de la carpa de mi vello negro,
mientras nos despertamos para hacer el amor
después de una noche larga de amor.»
«XXXIV
Cada mañana
que despierto sola, sueño
que mi brazo es tu dulce carne
presionando mis labios.»
«XXXVI
Estoy triste esta mañana.
la niebla era tan densa
que no pude ver tu sombra
mientras pasaste mi shoji.»
«XXXVII
¿Es sólo el viento
en el pasto de bambú,
o sos vos que venís?
Al menor sonido
mi corazón se saltea un latido.
Trato suprimir mi tormento
y dormir un poco,
pero sólo consigo desvelarme más.»
«XXXVIII
Esperé toda la noche.
hasta la madrugada, estaba en llamas.
En la mañana, con la esperanza
de encontrarte en un sueño,
apoyé mi cabeza cansada
sobre mis brazos cruzados,
pero el canto de los pájaros
que despertaban me atormentó.»
«XL
Mientras la rueda sigue la pezuña
del buey que tira del carro,
mi dolor sigue tus pasos,
mientras me dejás al amanecer.»
-Marichiko (Versiones al castellano: Hugo Zonáglez)

Marichiko es un heterónimo que utilizó Kenneth Rexroth para escribir una serie de poemas de amor poniéndose en la piel de una poeta japonesa, al principio se publicaron como traducciones pero después el autor aclaró que no existe realmente Marichiko.

 

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