Eduardo Castillo.jpg

Eduardo Castillo©

«¡Qué pequeño es mi sueño, qué delgado,
y qué pobre, mi sueño que no tiene
ni rosas, ni alcanfores, ni venado,
y a pie descalzo por el fango viene!
Mi sueño, tan hambriento y flagelado
que noche a noche a mi costado adviene
tiritando de frío, y se sostiene
con un hilo de aliento congelado.
En el pasado fue tan poderoso
que frente a él eran la loba, el oso,
juguetes sin valor, pálida arcilla.
Dueño de mundo y señor de un cielo,
lo venció mi demonio del desvelo,
que lo ha vuelto una máscara amarilla.»
-Juana de Ibarbourou

 

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

A %d blogueros les gusta esto: