Cartas De Gustave Flaubert a Louise Colet:
8-9 de Agosto de 1846
«Me gusta rodearme de recuerdos,
de igual modo que no vendo mis trajes viejos.
A veces subo a verlos al desván donde los guardo
y recuerdo los tiempos en que aún estaban nuevos
y en todas las cosas que hice cuando los llevaba.
A propósito, estrenaremos juntos, pues, tu vestido azul.
Trataré de ir una tarde hacia las seis.
Tendremos toda la tarde y el día siguiente.
¡Quemaremos la noche!
Yo seré tu deseo, tú serás el mío
y nos saciaremos uno del otro
hasta descubrir si llegamos a hartarnos.
¡Jamás, no jamás!
Tu corazón es una fuente inagotable,
me haces beber en ella a raudales.
El agua me inunda, me empapa,
me ahogo en ella.
¡Oh, qué hermosa tu cabeza,
toda pálida y estremecida con tus besos,
Pero qué frío estaba yo!…
Sólo me preocupaba mirarte.
Estaba asombrado.
Hechizado…..»
Croisset, Domingo 11 de la noche, 6 de septiembre de 1846
«Pero,¿serás buena? ¿dejarás de llorar?
(Oh, si yo fuese tan sensual como tú piensas,
¡cuánto me gustaría tu llanto!
¡Te pones tan hermosa cuando tus lágrimas resbalan
por tus pálidas mejillas y van a morir
sobre tu pecho cálido y blanco!)
(…)
Anda, ríe, como dice Fidias.
Mañana será la locura, será la embriaguez,
serás tú, seré yo.
Mañana volveré a ver tus ojos que arden con dulce juego,
tus rosados labios sobre los que pongo los míos
para extraer los suspiros de tu pecho,
tus hombros desnudos cuyo perfume aspiro con ardor.
Creo que hará realmente un buen día y que lucirá un hermoso sol.
¡Tu recuerdo es un tragaluz
por donde me llega un poco de luz y de aire,
y puedes estar segura de que, en cuanto puedo,
me precipito hacia él para vivir y respirar!…»
(Gustave Flaubert)-
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Cuidemos a los delfines. Son seres de luz!
honremos a la Madre Natura!

