(te extraño)
«Me apretó con fuerza las dos manos, me hizo un saludo con la cabeza y entró
disparada en su callejuela.
Yo permanecí algún tiempo donde estaba, siguiéndola con los ojos.
«Hasta mañana, hasta mañana», palabras que se me quedaron clavadas en la
memoria cuando se perdió de vista.
Hoy ha sido un día triste, lluvioso, sin un rayo de luz, como será mi vejez.
Me acosan unos pensamientos tan extraños y unas sensaciones tan lúgubres,
se agolpan en mi cabeza unas preguntas tan confusas,
que no me siento ni con fuerzas ni con deseos de contestarlas.
No seré yo quien ha de resolver todo esto.
Hoy no nos hemos visto.
Ayer, cuando nos despedimos, empezaba a encapotarse el cielo
y se estaba levantando niebla.
Yo dije que hoy haría mal tiempo
Ella no contestó, porque no quería ir a contrapelo de sus esperanzas.
Para ella el día sería claro y sereno,
ni una sola nubecilla empanaria su felicidad.
-Si llueve no nos veremos -dijo-. No vendré.
Yo pensaba que ella no haría caso de la lluvia de hoy,
pero no vino…»
-Fiodor Dostoyevski- «Noches Blancas»

