.carta de Antoine de Saint Exúpery a su amigo Pierre Daloz

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En esta carta el poeta y escritor francés Antoine de Saint Exúpery, cuenta a su amigo Pierre Daloz las peripecias sufridas en una de sus incursiones aéreas duante la II Guerra Mundial.
Dos días más tarde moriría al caer su avión al mar…

 

Argel, 29 de Julio de 1944.
«Querido, querido Dalloz:
El otro día tuve una avería en el motor, a diez mil metros de altura, en el preciso momento en que cumplía 44 años.
Mientras volaba sobre los Alpes a velocidad de tortuga, a merced de cualquier caza alemán, me reía en silencio pensando en los que prohíben mis libros en África del Norte.
Créeme que desde mi regreso a la escuadrilla (regreso que es un milagro) conocí las averías de la máquina, el desvanecimiento por accidente del oxígeno, la persecución por cazas, y también el incendio en vuelo.
Es también un milagro pilotear a mi edad el monoplano más rápido del mundo.
Si me derriban, no lamentaré absolutamente nada.
Paseo solo, a bordo del único avión en el cielo, durante cinco horas y a miles de metros de altura.
Estoy bajo el peligro de la guerra, y más desnudo y más despojado no podría estar.
Absolutamente puro.
Y desde las alturas que sobrevuelo, me pregunto:
¿en qué consiste el verdadero patriotismo?,
y me digo:
en pasearse solo en un avión, en aceptar la muerte no como soldado sino como el humilde jardinero que he soñado ser, y en enseñar a leer a los niños, porque sólo ellos son la Francia verdadera…»

Antoine de Saint Exúpery

 

 

 

2 Replies to “.carta de Antoine de Saint Exúpery a su amigo Pierre Daloz”

  1. No deja de ser paradójico lo que piensa una persona cuando está sola consigo misma ante un horizonte vastísimo pero incierto, busca algo esencial, quizás cercano al corazón primero de la inocencia, dejando a un lado todo aquello que le ha movido y espoleado hasta este preciso instante, fama, amor, ambiciones, que parecen en ese momento dejar de existir, dando paso a una conciencia pura que en esta hora, parece decirle que no es el momento de engañarse a si mismo. La niñez, las flores parecen ser ahora las cosas verdaderas.
    Un abrazo

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