es pec tro

«La luz pura es todos los colores.
Por lo tanto, no tiene tonalidad.
Sólo cuando lo individual es aislado
Aparece el color.

Cuando vemos un raudal de pura luz del sol bajando hacia nosotros, es un
puro resplandor tan brillante que no podemos discernir ni los detalles ni
las tonalidades de su origen. Pero cuando la luz alcanza las delicadas alas
de una libélula, o cuando brilla a través de la lluvia brumosa, o incluso
cuando brilla en la superficie de nuestra piel, es polarizada en millones de
diminutos arcoíris. El mundo estalla en color porque la miríada de
superficies y texturas fracturan la luz en innumerables dimensiones
sobrepuestas.

Lo mismo es cierto respecto del Tao. En su estado puro, lo encarna todo. Por
consiguiente, no muestra nada. Tal como la luz pura tiene todos los colores
pero no muestra ningún color, así también toda la existencia está
inicialmente latente y sin diferenciación en el Tao. Sólo cuando el Tao
entra en nuestro mundo estalla en una miríada de cosas. Decimos que todas
las cosas le deben su existencia al Tao. Pero en realidad, esas cosas son
sólo reflejos del grandioso Tao.

La luz coloreada, cuando se mezcla, se vuelve otra vez luz pura, brillante.
Es por eso que quienes siguen el Tao constantemente hablan de retornar.
Unifican todas las áreas de sus vidas y unifican todas las distinciones en
un todo. No puede haber diversidad en la unidad. Cuando nuestra consciencia
se reúne con el verdadero Tao, hay sólo luminosidad, y todos los colores
desaparecen…»

Maestro Deng Ming-Dao
Traducción de Karin Usach

 

https://www.youtube.com/watch?v=5uLNQHagjsI

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