
De los seis hijos que tuvieron Mozart y Constanze, sólo Carl (1784-1858) y Franz Xaber (1791-1884) sobrevivieron a la infancia. El menor fué el único que se dedicó a la música y ninguno de los dos tuvo descendencia. en la siguiente carta, Wolfgang le relata a su padre el nacimiento del primogénito, Raymund Leopold, que moriría un més mas tarde.
Viena, 18 de junio de 1783
«Mon très ches père:
¡Le felicito! ¡Ya es abuelo! Ayer, 17, temprano, a las 6 y media, mi querida esposa dio a luz felizmente un muchacho grande, fuerte y redondo. A la 1 y media de la noche comenzaron los dolores, y como consecuencia, esa noche se acabó para los dos toda calma y sueño. A las 4 envié a buscar a mi suegra y luego a la comadrona. A las 6 se sentó en la silla y a las 6 y media todo había terminado. (…) Me preocupa la fiebre de la leche, ¡tiene unos pechos! Y en contra de mi voluntad, pero sin embargo con mi voluntad, el niño tiene un ama de leche, Mi mujer, aunque pudiera, no deberia amamantar jamás a su hijo, ésa fue siempre mi firme decisión. Pero mi hijo tampoco debería tragar otra leche, sino que lo quiero criar con agua, como mi hermana y yo. Pero el ama, mi suegra, y la mayoria de la gente, me han rogado encarecidamente que no lo haga, sólo por la razón de que aquí la mayoría de los niños criados con agua mueren, ya que la gente no sabe utilizarla. Eso me ha inducido a ceder porque no quisiera tener que reprocharme nada. (…)…»
Curioso juego de palabras el de «en contra de mi voluntad, pero sin embargo con mi voluntad»… Como curiosa, aunque no tan lejana a algunas ideas vigentes hasta hace bien poco (si no lo son aún), es también la postura de Mozart sobre la lactancia. En cuanto a la expresión «sentarse en la silla», se refiere a las sillas para partos que se utilizaban en la época.
(Cartas escogidas de los grandes compositores)
-Compilado por Rafael Esteve Alemany, transcripto por Gabi
