Foto: Gabi

Esta poesía la escribió una persona que duerme en la estación de Haedo para todos los voluntarios de la Fundación SI.(*)

“Son gorriones guerreros de la noche

Con la sonrisa y su bondad como armadura

Con sus termos como espadas afiladas

Con su constancia como meta

Con sus manos llenas de sopa

Para ganarle al viento y al frío

Que se pasean por la estación

Sin prejuicio ni vergüenza

Le cambian las vendas al alma

Con solo ese abrazo tan esperado

Y al escuchar un… como estas?

Que hace tanto nadie te pregunta

Su historia es casi como la tuya

Pero la de ellos, con los pies calientes

Llegan como un relámpago de primavera

Y se van como llegaron, sin aviso.

Hoy hace mucho frío y llueve,

Pero de golpe detrás del relámpago

Aparece el batallón de termos

Las brigadas de bufandas y abrazos

Para entibiar el alma

Y las sonrisas y las manos abiertas

Y las sopas de zapallo

Que solo calientan el cuerpo

Y el frío y el viento huyen asustados

A esconderse, avergonzados de tanto amor

Y se encienden los ojos de los que esperan

Sabiendo que al menos por hoy

Alguien se acordó de ellos.

Y empieza la hora de primavera

A tomar la sopa caliente, de zapallo

A disfrutar de los panes caseros

Entre charlas, anécdotas y cuentos

Y las risas invaden el andén

Se pegan a los bancos, a las paredes

No quieren irse del lugar, pero se van

Como los gorriones guerreros de la noche

A seguir su cruzada contra el tiempo

Y se quedan las almas en los bancos

Con el cuerpo caliente y el alma tibia

Sentadas y esperando como siempre

En esta estación de Haedo

Fría, gris, vieja y de madera.”

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