Arte: Paolo Roversi

 

Se siente raro, te desorienta, no estás ni aquí ni allá, sabés perfectamente que todo es holográfico, que está en vos mismo cambiar.

Has experimentado que esto no es simple teoría o delirio, sabés que se trata de dejar de lado el control, de aceptar y respirar.

Cada frase, cada reflexión de un maestro, la hacés propia, con la convicción, con la certeza de ser una partícula de dios y por consiguiente parte de su misma esencia.

No estás cantando mantras para enfocarte, sabés que no es necesario.

En este proceso te asaltan días que llegan sin previo aviso, para que lo veas, para que comprendas y sabés que así va a ser, que así es… sin embargo el proceso te golpea y a veces te deja KO.

Te querés salir de la holografía y te enfrentás a una cuesta de lodo con jabón, sacás las uñas, clavás los dedos de los pies, de las manos pero indefectiblemente caés… sabés muy bien que en la medida que sigas resistiendo todo esto seguirá persistiendo.

Estás caminando, apoyando los talones, grandes pasos, pero no avanzás, siempre en el mismo lugar.

Se repite la imagen, estás cabalgando sobre el lomo de dos caballos, haciendo equilibrio, estás en el momento del cambio, no hay tiempo, no tenés idea de cuánto puede durar.

Es uno de esos días en que te parece que todos tienen claro hacia donde van menos vos.

Sabes que todo está disponible, que es tuyo, pero no tenés un céntimo en el bolsillo, te abordan ideas, reflexiones profundas y maravillosas pero no podés escribir ni una sola línea.

Es un día oscuro, es la otra cara.

Sólo eso.

Una experimentación más de la dualidad.

Estás en el desierto, es uno de los cuarenta días, no es importante, sólo ES.

 

“Yo no soy mejor que vos, vos no sos mejor que yo” escribió Charly García.

 

Somos uno viviendo las mismas situaciones en armonía en un orden perfecto y elegido por nosotros mismos, a veces lo olvidamos y es un día oscuro, nublado, sólo eso, el sol siempre está, tu esencia siempre está.

Sabés que es así, que tiene la misma consistencia de un sueño, que de eso se trata, te encantaría poder tomar distancia, pero hoy no es ese día.

No importa.

Te amo y vivimos lo mismo.

Te abrazo, respirá tranquilo todo está bien.

No temas todo te pertenece, sólo estas probando de que se trata no tenerlo, es un juego.

Te amo, me amo, me llena de ternura hasta tu enojo, tus berrinches, a mí también me pasa.

Somos uno.

Vamos a acostarnos, cerremos los ojos, no hace falta nada, simplemente estamos experimentando, simplemente no lo olvides.

Te amo.

-Pedro Gaggia

 

 

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