
(Comienzo de tormenta de Bernal)
«La mano invisible del viento roza por encima de las hierbas.
Cuando se suelta, saltan en los intervalos del verde
amapolas encarnadas, amarillas margaritas juntas
y otras pequeñas flores azules que no se ven enseguida.
No tengo a quien ame o vida que quiera o muerte que robe.
Por mí, como por las hierbas un viento que solo las dobla
para dejarlas volver a aquello que fueron, pasa.
También por mí un deseo inutilmente sopla
Los tallos de las intenciones, las flores de lo que imagino,
Y todo vuelve a lo que era sin nada que acontezca.»
-Fernando Pessoa
