
«Querida Madre Tierra
Te escribo esta carta para despedirme
Por mucho que lo intento,
no consigo acordarme en qué momento me alejé de tí,
ni por qué cometí esa equivocación
Tampoco encuentro las palabras para expresar
lo arrepentido que estoy.
Siento no haber sido el hijo que debería haber sido
No haberte cuidado
Haber sido tan egoísta
No haber comprendido a tiempo.
Ahora que nuestros caminos se separan
Recuerdo
Recuerdo el olor de la tierra húmeda
El calor de la arena
La sensación del viento acariciando a mi rostro
Los atardeceres
Las noches estrelladas
Gracias
Gracias por darme la oportunidad de recorrer tus bosques
Tus campos
Gracias por permitirme nadar en tus ríos
Sumergirme en tus océanos
Pero sobretodo
Por cuidarme
Protegerme
Y darme un hogar
El único hogar.
Es hora de decir Adiós Madre
Nunca podré perdonarme el daño que te he hecho
Bueno
El daño que me he hecho a mí mismo
Sé que soy yo el que se irá
Tú seguirás aquí
Por siempre
Espero me recuerdes
Ahora sé cuánto te amo
Cuánto te necesito
Hasta siempre
Madre»
(Según el último informe medioambiental de la ONU,
quedan 11 años para que las consecuencias del cambio climático
sean irreversibles.
La cuenta atrás ha comenzado.
Luchemos juntos para que esta carta nunca llegue a ser escrita.)