
«Saudade» (Portugués)
«El sentimiento de nostalgia por la ausencia de algo o alguien que amas, pero que podría no volver jamás».
Si uno es un romántico incurable, adora esta palabra.
Una sola palabra que describe la nostalgia, la melancolía, el amor, la felicidad, la tristeza, la esperanza, el vacío y el deseo; todos los sentimientos que importan.
‘Saudade’ viene del portugués.
No podemos traducirla tan sólo como ‘nostalgia’ o ‘añoranza’.
‘Saudade’ no abarca un sentir nada más, abarca muchos, abarca un estado completo y, me atrevo a decir, un vivir o un ojo del vivir.
Es una atmósfera tenue e, inclusive, flemática: es esa sensación oscilante entre la añoranza, la melancolía y la solitud.
Es un sentir que reúne a todo el cuerpo y lo hinche en sonoridad sin permitir la detonación.
Es mediana y densa: un aire espeso.
Por todo lo que esta palabra es o, ha de ser la palabra más bella que se ha escuchado jamás.
Incluso su pronunciación, con sus vocales abiertas intercaladas y su última sílaba que parece cerrar abruptamente el aire, dice algo de su naturaleza que no puedo dejar de apreciar: está entre la apertura y la clausura, es decir, en la suspensión.
No podría ser traducida meramente como ‘nostalgia’, puesto que ésta indica lo abierto invertido de ese pesar que ha vuelto al pasado para dar cuenta de su ausencia que se echa en falta.
Es, pues, abierta e infinita.
La ‘añoranza’ también es abierta; sin embargo, gracias a la ‘ñ’, que trae en movimiento hacia el adentro y arrastra, parece delimitarse al pecho humano, al cuerpo.
Aunque la añoranza es más puntual y concreta: algo se añora, la saudade es más amplia y no tiene un referente específico (pero sí puede partir de uno).
La saudade es lo abierto que habita en la suspensión y reposa, con los ojos abiertos, en el cuerpo limitado.
“Saudade de un hermano que vive lejos.
Saudade de una cascada de la infancia.
Saudade del gusto de una fruta que no se encuentra más.
Saudade del papá que murió, del amigo imaginario que nunca existió…
Saudade de una ciudad.
Saudade de nosotros mismos, cuando vemos que el tiempo no nos perdona. Duelen todas estas saudades.
Pero la saudade que más duele es la saudade de quien se ama”
-Miguel Falabella


Saudade de mi hija
saudade de mi
saudadede mis hijos, mis nietos de mi padre, mi madre, de mi, saudade por todo
saudade por nada
saudades de tus ojos ……..
saudade de antes, de ahora, saudade de verte y de no verte
saudade por los que se han ido
saudade por los que nunca vendran
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Saudade de mi padre
saudade de mis abuelos
saudade de mi tia moni
saudade de mi misma, esa criatura hermosa que a veces se esconde por miedo
pero cuando sale a la luz, nada la para
saudade de la inocencia, de la ternura, del candor
saudade del encuentro que nos debemos, amiga del alma!
Te quiero
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SAUDADE..
DE LO QUE NO FUE..
la más triste saudade
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Ay si!!!
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