Mozart, que tuvo un estornino como mascota, pero se ahorró la angustia de criar un polluelo.

  Las pajarerías de Viena no vendían sus aves hasta que estaban robustas y crecidas y, como parece que el estornino de Mozart cantaba el día que lo compró, sabemos que tenía que ser un adulto, probablemente de al menos un año de edad.

Los pájaros más jóvenes practican el canto y la mímica, pero pocos son lo suficientemente hábiles como para cantar una línea de un concierto de Mozart. Y, aunque es imposible saber con certeza los detalles de cómo obtuvo Mozart su estornino, sí conocemos muchos aspectos esenciales, como por ejemplo su cronología.

12 de abril de 1784, Innere Stadt, Viena.

Mozart se sienta en el pequeño escritorio de su piso, moja la pluma y anota el precioso Concierto para piano n.o 17 en sol en su registro de obras terminadas. Se trata de la 453. a composición completa de Mozart; tenía veintinueve años.

26 de mayo.

Mozart recibe la confirmación de su padre, Leopold, de que la copia del concierto que había enviado por carruaje postal ha llegado sana y salva a Salzburgo. Wolfgang le contesta que está ansioso por conocer la opinión de su padre sobre esta obra y las otras piezas que ha enviado; no le urge tenerlas de vuelta “mientras nadie más se haga con ellas”. Mozart siempre se mostró un poco paranoico ante la posibilidad de que su música cayera en manos equivocadas y la imitara o robara un compositor de menor categoría.

En cuanto a lo que sucedió después, hay muchas posibilidades. Pero probablemente fue algo así:

27 de mayo, Grabenstrasse.

A Mozart se le bajan las medias hasta los tobillos y se detiene en la bulliciosa calle para subírselas. Mientras introduce la fina seda bajo los puños del pantalón, le sorprende escuchar una canción silbada.

Es una melodía alegre y agradable, un fragmento hermoso que le resulta familiar.

Mozart tarda un momento en recuperarse de la conmoción que le produce escuchar el estribillo, pero finalmente sigue la procedencia de la canción.

Los silbidos se repiten y lo guían calle abajo hasta la puerta abierta de una pajarería.

Allí ve un estornino enjaulado que salta al borde de la percha, ladea la cabeza y se queda mirando atentamente los ojos del maestro, piando con calidez.

¡El pájaro coqueteaba!

Y, si había algo a lo que Johannes Chrysostomus Wolfgangus Theophilus Mozart respondía, era al coqueteo.

Entonces el estornino lo repitió de nuevo; se volvió, apuntó el pico al cielo, esponjó las resplandecientes plumas de su garganta y cantó el tema del allegretto del nuevo concierto de Mozart, que este había terminado apenas un mes antes y nunca se había interpretado en público.

Bueno, casi lo cantó.

El estornino hizo una pequeña modificación rítmica (una teatral fermata en la parte superior de la frase) y elevó los dos últimos soles del fragmento a sol sostenido, pero la melodía básica era inconfundible.

El mimetismo del estornino no tiene nada de extraño: como familia del miná, se encuentra entre los mejores imitadores de la tierra y rivaliza con los loros en su capacidad para imitar pájaros, instrumentos musicales y cualquier otro sonido, incluida la voz humana.

Pero ¿cómo aprendió el estornino de la tienda la melodía de Mozart?

La composición era un secreto absoluto y no estaba previsto que se interpretara en público hasta mediados de junio, cuando se estrenaría bajo la dirección de Mozart con la joven y dotada estudiante para quien la compuso, Barbara Ployer, al piano.

Mozart estaba tan encantado con el estornino que casi olvidó su sorpresa.

El pájaro y él se silbaron frases uno al otro, compartiendo fragmentos de sus repertorios. Entonces Mozart sacó un cuaderno de bolsillo y copió el nombre de la especie de pájaro, Vogel Stahrl, una versión del nombre alemán del pájaro conocido como estornino europeo en Norteamérica y estornino común en Europa.

Un comentarista afirma que Mozart llamó a su pájaro Star, una interpretación errónea de esa nota en la que simplemente se refería a la especie. En cualquier caso, como es útil usar un nombre para contar la historia y no hay constancia del nombre real del pájaro, Star nos viene como anillo al dedo.

No hay detalles de esta historia y algunos musicólogos, que solo la conocen superficialmente, afirman que Mozart reaccionó con furia y celos a la interpretación pirateada por el pájaro de su propia composición. Pero, si leemos el cuaderno del compositor, comprobamos que nada podría estar más lejos de la verdad. Bajo las palabras Vogel Stahrl, Mozart escribió su propia versión de la melodía y luego la del estornino.

Foto: Tom Furtwangler

¿Su comentario sobre la interpretación del estornino? Das war schön! “¡Eso ha sido maravilloso!”.

El pájaro era manso y cordial y el práctico tendero no tuvo problemas para atraparlo y depositarlo en una pequeña caja de madera forrada de hierbas naturales que Mozart, silbando sin parar, llevó a la casa donde vivía con su esposa, Constanze.

Pronto Mozart llegó a su piso en el número 29 de Grabenstrasse, una zona de moda: entonces, como ahora, era la principal calle comercial de Viena. Las habitaciones de los Mozart no eran amplias, pero solo vivían ellos dos, Wolfgang y Constanze, su perrito, Gauckerl, y ahora Star. Quizá Wolfgang pensó que este pájaro podría traer alegría a la casa.

Star se unió a la familia a mediados de su vida como matrimonio, durante los años más productivos, prósperos e interesantes de Mozart.

Puede que fuera el miembro más pequeño de la casa y apenas se le menciona en la mayoría de las biografías (si es que aparece), pero el estornino nunca está lejos de la historia del músico.

Cualquier historiador de Mozart daría un brazo por ver esos años a través de los ojos del pájaro.

Las acrobacias vocales de Star acompañaron la composición de al menos ocho conciertos para piano, tres sinfonías y Las bodas de Fígaro.

Estuvo presente en la visita de diez semanas de Leopold a casa de la joven pareja, la única que les haría.

Star escuchó, y probablemente participó, en el debut de los cuartetos de Haydn, interpretados en el salón con la asistencia del propio papá Haydn.

Estuvo presente en el nacimiento de Karl Thomas, en 1784, y de Johann Thomas Leopold, en 1786.

Fue testigo, con su inquisitiva mirada de estornino, del luto familiar cuando el pequeño Johann Thomas murió con solo tres semanas de vida.

El pájaro se ha considerado una anécdota en la biografía de Mozart, pero, después de vivir con un estornino, estoy convencida de que el pájaro aportó una corriente constante de vivacidad, esperanza y buen humor en estos años complejos, que sostuvo el corazón y la música de Mozart.

Tres años después de que Mozart adquiriese a Star, su padre, Leopold, falleció, dejando a su hijo con una sensación de culpa, luto y alivio. Mozart no viajó al funeral de Salzburgo, donde Leopold fue enterrado sin dolientes. El estornino de Mozart murió apenas dos meses después y en honor al pájaro Mozart organizó un funeral formal, se puso sus mejores galas, reclutó a amigos como plañideras y escribió una afectuosa elegía:

«Aquí yace un querido tonto,
un estornino que muy pronto,
todavía en la flor de la vida,
sin anunciar su partida
ha muerto de un atracón
dejándome el corazón
transido de dolor

Derrama por él, amigo lector
una lagrima de cariño
que era tierno como un niño,
aunque no dejara de alborotar
y si a veces, no lo voy a a negar,
se ponía borde y cabezón
nunca jamás fue un bribón

Apuesto a que ya en el cielo
está agradeciendo mi duelo
Y loando la amistad total
que le brindé sin sacarle un real
Tan inesperada fue su partida
y tan profundísima la herida
que no sé por qué no tuvo presente
a quien sabe rimar tan bellamente.»

El poema demuestra que Mozart conocía perfectamente la personalidad del estornino: alegre, simpático, encantador y travieso.

Este texto forma parte del libro del mismo título que, con traducción de Magdalena Palme, ha publicado Capitán Swing.

-Lynda Lynn Haupt*

Más del estornino de Mozart aqui: 1, aquí: 2 y aquí también: 3

*Lynda Lynn Haupt (New Hampton, Iowa, Estados Unidos, 1967) es una galardonada autora, naturalista, ecofilósofa y conferenciante.

Lynda y su experiencia con el estornino, que nos deja una valiosa lección de la naturaleza:

En América del Norte no se los quieren a los estorninos, al punto que está permitido matarlos y prohibido cuidarl0s. Para la autora no fue fácil ni rápido dar como un estornino joven. Los que llegaban a su jardín ya tenían una edad y era imposible domesticarlos. Pero un día recibió la llamada de un amigo: sabía dónde acababan de nacer, pero tenía que darse prisa porque los iban a matar al día siguiente. Así que Haupt se fue con su entonces marido, Tom Furtwangler, a rescatar a uno de ellos y a las pocas horas un minúsculo estornino cayó del nido sobre sus manos. Un pájaro diminuto, sin plumas y con un hambre feroz al que cuando supieron su sexo llamaron Carmen (que significa Canto).

Carmen a las semanas de nacer.
Carmen, tras cogerla del nido.

Dice Haupt:

«Espero que cuando la gente conozca la fascinante vida y el comportamiento de Carmen, el estornino con el que conviví, así como la de un músico sublime como Mozart que encuentra una musa en un ave tan común y despreciada, abran sus mentes para comprender que los estorninos como individuos son pájaros fascinantes, juguetones e inteligentes, cantores e imitadores dotados. Y hermosos también. A menudo los pasamos por alto porque son muy comunes, pero el plumaje de los estorninos es brillante e iridiscente»

Haupt y Carmen

Con la historia de Mozart pretende, además de calmar curiosidades, contar cómo el ser humano y los animales pueden generar vínculos fortísimos aunque el animal sea el pájaro más común de Europa.

«Es la lección de la relación entre el estornino Starling y Mozart. Cómo durante el tiempo que vivieron juntos el estornino ayudó al compositor», explica. Cuando el pájaro llegó a casa de los Mozart estos estaban esperando a su segundo bebé, el primero había muerto a las 6 semanas de nacer, y aunque su mujer no consideró que era el mejor momento para adoptar animales luego se enamoró del pájaro tanto como su marido. «Al final él no paraba de cantar y Mozart lo convirtió en su musa, es divertido pensar que la musa del mejor compositor de la Historia era un pájaro», añade. Cuando a los tres años de adoptarle el estornino murió, Mozart le organizó un funeral en el hubo paseíllo, canciones y hasta un poema. Lo que contrasta mucho con lo que hizo en el funeral de su padre: no asistir.

Haupt asegura que «Mozart ha sido malinterpretado». «Mucha gente toma la película Amadeus como una especie de biografía, ¡pero es ficción! Mozart no era tan bufón como se muestra en esa película. Creo que la historia de Mozart y su estornino ayuda a arrojar luz sobre el matiz con el que el compositor veía el mundo. Amaba a los animales y la naturaleza, y este amor encontró un camino en su música.

Miles de estorninos se agrupan para crear estos patrones arremolinados en el cielo.

El fascinante ballet aéreo se conoce como murmullo.

El nombre proviene del murmullo que hacen las alas de los estorninos al batir al unísono.

Durante un murmullo, los estudios han demostrado que cada estornino responde a seis o siete de sus vecinos más cercanos.

A pesar de su fascinante belleza, el motivo de este fenómeno sigue siendo un misterio.

Sin embargo, se cree que los murmullos protegen a los estorninos de los depredadores y los mantienen calientes durante la noche.

10 Replies to “.el estornino de Mozart”

  1. Hermosa historia! Nunca nada más apropiado que un estornino y su danza en el cielo con sus pares como el movimiento de la batuta frente a una orquesta, una danza que pinta notas en el cielo de donde estoy seguro Mozart mira y sonríe…

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