
“Las emociones tienen formas musicales,
espacios sonoros, partituras de amor.
Nuestras vivencias se expresan en latidos:
universo del corazón.
Nuestra vida describe cursos leves con la tonalidad más íntima.
Somos la música incorporada en nuestro abandono,
en nuestros impulsos y automatismos,
en todo lo que llora y sonríe bajo nuestro rostro,
en todo lo que se yergue y excita
bajo nuestra piel.
Si estamos conectados a nuestra propia palpitación,
todo se vuelve música.
Si podemos fluir con la palpitación del otro,
respondiendo a su maravillosa lujuria,
todo se vuelve música.
Si caminamos en armonía con las estrellas,
si somos parte del arco iris
y recibirnos la lluvia en la lengua,
si podemos nadar en el viento,
todo se vuelve música”.
-Rolando Toro


Me encanta la música, el poema, la sensualidad que todo lo planea
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Has captado lo que justamente quise transmitir Eddita!
Gracias
Te quiero
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