
«Algunas polillas no pueden evitar entrar a mi casa.
Supongo yo que por las noches se ven inevitablemente atraídas por la luz y entran.
Y luego por la mañana encuentro a todas las que no pudieron salir tiradas en frente de las ventanas.
Yo no soy un experto en polillas, pero me gusta recogerlas y tratar de clasificarlas por especies.
Aquí hay al menos ocho y me llama la atención que todas son más o menos del mismo tamaño.
He estado pensando mucho en esa etapa en la vida del ser humano, en la que todo aquello que tiene la capacidad de volar, por alguna razón también tiene la capacidad de hacerlo feliz.
No sé, los pájaros, los aviones, las mariposas.
Pareciera que todo aquello que puede que sea imposible no voltear a ver o no fijarse en ello.
Bueno, hay una historia que en mi familia se cuenta mucho y es de un niño que va por la calle y se enamora de uno de estos globos con helio que pueden volar.
Digamos que este niño decide que lo quiere, entonces se tira al piso, llora, grita. Hay mocos, babas y lágrimas por todo lado durante un buen rato hasta que al fin lo tiene en sus manos. Y lo irónico aquí es que cuando al fin lo tiene en sus manos, después de todas esas lágrimas, se da cuenta que para verlo volar en realidad lo tiene que soltar. El niño no puede volar con el globo.
Y en ese momento el niño se da cuenta de cómo a veces funciona la vida.
¿Por qué? Ah, no sé. Supongo que que a veces en la vida nos toca soltar el globo y soltar el globo, soltar el globo es tan difícil a veces porque ¿cómo soltarías algo que quieres?
O una mejor pregunta, ¿por qué soltarías algo que quieres?
No lo sé.
Es difícil soltar el globo, a veces es difícil.
Apenas terminé de grabar el fragmento que acaban de ver, pensé que de verdad quería responderme esa pregunta de alguna forma.
Yo no soy de esa gente que tiene un diario, pero cuando algo viene a mí o cuando algo se me atraviesa, alguna idea, alguna situación, algo que por alguna razón considero interesante o curioso, lo anoto en algún lado, en hojas sueltas, en mis cuadernos o en mi libreta.
Si no tengo nada en que anotar, a veces me mando audios o sencillamente lo grabo.
Entonces he estado buscando en todo lado esos pequeños fragmentos que por alguna razón cuando están juntos hacen algún tipo de sentido para mí.
Hey, Paul del futuro, ¿cómo estás? Espero que bien.
Hoy tuviste una clase de mariposas y polillas y hubieron varias cosas que me llamaron la atención, pero particularmente tengo dos buenas ideas. Entonces, antes de que se me olviden, aquí te van. Me llamó la atención la cuestión de la metamorfosis. Me parece curiosa. ¿Por qué?
Bueno, resulta que la oruga para poder salir tiene que soltar la cáscara que protege al embrión y luego cuando ya es oruga, digamos que tiene que soltar su piel varias veces dependiendo de la especie quizá en cada muda para luego dejar ir su forma de oruga y convertirse en una crisálida. Y finalmente también tiene que soltar la crisálida para hacer una mariposa. Aparentemente la naturaleza empuja a los organismos al cambio y soltar es parte del cambio, de cambiar. Entonces, la metamorfosis es un acto de soltar, un acto de dejar ir, de dejarte ir. algo así.
Y la segunda idea se me fue y ni siquiera estoy seguro de que esa idea, de que la primera idea es tan buena, pero ahí está. Te la dejo por si algún día la necesitas. Capaz es útil para algo. Adiós.
Ahora que estoy haciendo un video sobre polillas y mariposas, me acordé que había anotado un par de cosas interesantes aquí.
Yo extrañaba la lluvia, pero creo que no era el único. Parece que algunas polillas han estado esperando meses y meses la humedad perfecta para poder salir de sus pupas. Y ahora que ha empezado a llover, salieron todas al mismo tiempo. Supongo que cuando las cosas se acumulan, en algún momento explotan y eso no es algo necesariamente malo.
Todos hemos de explotar alguna vez de alguna forma.
O a veces son cosas un poco más cortas, no más de un par de líneas.
Por ejemplo, aquí ahora he empezado a dormir mejor. Hace un par de meses solía pasar las madrugadas viendo películas y otras veces cuando lo amerita, supongo, puedo llenar incluso una página entera, como aquí .Ayer siete polillas entraron a mi cuarto.
Dejé la ventana abierta y supongo yo que vinieron atraídas por la luz. Aunque también pudieron haber venido atraídas por la película que estaba viendo, pero no hay ningún registro científico de que a las polillas les gusta el cine.
Alguna gente por aquí no soporta las polillas, sobre todo estas.
Piensan que aparecen cuando alguien va a dejar de vivir, pero son mentiras.
A mí me parecen lindas, son inofensivas.
Y justo el siglo pasado aprendí que por la noche algunas polillas polinizan flores.
Bueno, en realidad muchas les encanta el néctar.
A mí no me molestaba compartir el cuarto con ellas, aunque cuando se acabó la película y apagué la luz, todas quisieron irse, todas quisieron salir, entonces las saqué a todas durante un buen rato, una por una, o al menos eso yo creí.
Sí, me pareció después escuchar algo, pero pensé que podría sacarla por la mañana.
Ajá. Gran error tratar de detener aquello que se quiere ir.
Gran error tratar de detener aquello que se tiene que ir.
Ahora pienso que tal vez esa es la razón por la que soltarías algo que quieres tanto.
Porque tuve que partir de aquí.
Tengo que irme lejos de ti.»
-Juglans Paul

Bello Emociona,me cautivó Gracias
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Gracias Eddita!
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