«Defiende tu derecho a pensar,
porque incluso pensar de manera errónea es mejor que no pensar.»
-Hipatia
Hipatia (Illustration by ©Riikka Sormunen)
«Hace muchos, muchos años, en la antigua ciudad egipcia de Alejandría, había una enorme biblioteca. Era la biblioteca más grande del mundo, pero adentro no había libros ni papel. La gente escribía sobre papiros (que eran hojas hechas de una planta) y los enrollaban en pergaminos, en lugar de tener libros como en la actualidad. En esa antigua biblioteca había miles de pergaminos, cada uno escrito a mano por un escriba y guardado con cuidado en una repisa.
En la biblioteca de Alejandría, un padre y su hija se sentaban juntosa estudiar los pergaminos. Sus temas favoritos eran la filosofía, las matemáticas y las ciencias.
Ese padre y su hija se llamaban Teón e Hipatia.
Hipatia resolvía ecuaciones y proponía teorías geométricas y aritmétricas. Le gustaba tanto estudiar que al poco tiempo empezó a escribir sus propios libros (o más bien pergaminos). Construyó un instrumento al que llamó astrolabio, el cual servía para calcular la posición del sol, la luna y las estrellas en cualquier momento determinado.
Hipatia impartía unas clases de astronomía tan populares que los alumnos y otros profesores se sentaban a su alrededor para escucharla hablar. Hipatia se negaba a usar ropa tradicional de mujer e impartía clases con túnica, como el resto de los maestros. Por desgracia, cuando la biblioteca de Alejandría se incendió, todas las obras de Hipatia se perdieron. Sin embargo, sus estudiantes escribieron sobre ella y sus brillantes ideas, y gracias a eso hemos aprendido sobre esta erudita de Alejandría.»
-Hipatia (Circa 370/8 de Marzo 415, Egipto, de «cuentos de buenas noches para niñas rebeldes»©)