«Vuelo de ícaro». Yngwie Malmsteen©
«Levantó sus brazos al cielo como quién de una buena vez se decidió a cumplir un anhelo.
Como quien se harto de arrastrarse por el olvidado suelo.
El alto abismo estaba frente a él, pero no lo veía.
Su deseo lo mantenía ciego.
Se acercó al borde sintió el viento traicionero.
Y saltó
Por un momento lo ví y sentí lo que él sentía.
Sentí la gloria del cielo.
Pero fue sólo un instante fugaz el que pareció levantar vuelo.
Después cayo sin atenuantes.
Y fue a dar con su pesada osamenta al insensible suelo.
Que nada sabe de sueños,
ni de anhelos.
Mal herido y dolido,
giró su cabeza ensangrentada y vió sus rotas alas.
Que él mismo había hecho con paciencia,
pedazos de sueños y plumas encontradas.
Volar.
Sólo eso anhelaba.
Pero alguien a quien no vemos se lo negaba.
El mismo que ahora al fondo de ese abismo su vida tomaba.
Miró hacia arriba, ya sintiendo un dolor asesino,
y vió a los buitres volando en círculos,
como última burla del destino…
Para muchos parezca una locura. Un desatino.
No me importa.
Y a nadie, tal vez, debería importarle lo que dice su vecino.
No soy el dueño de la verdad, paro sabe,
que yo te admiro amigo mío.
Tal vez sea mejor morir en el intento,
que agonizar soñando haber podido…»
-El Poeta del Asfalto (1998)