

«Hay placer en los bosques sin senderos,
hay extasis en la costa solitaria,
Hay sociedad donde nadie se intromete,
por el oceano profundo, y la musica con su rugido;
no amo menos al hombre, pero si mas a la Naturaleza,
desde esta, nuestras entrevistas, donde robo
todo lo que yo puedo ser, o pude haber sido antes,
para mezclarme con el Universo, y sentir
lo que yo nunca pude expresar, sin embargo no todos pueden ocultar»
-Lord Byron (1788-1824)
«There is a pleasure in the pathless woods,
There is a rapture on the lonely shore,
There is society, where none intrudes,
By the deep sea, and music in its roar:
I love not man the less, but Nature more,
From these our interviews, in which I steal
From all I may be, or have been before,
To mingle with the Universe, and feel
What I can ne’er express, yet cannot all conceal.»
«Querida Francesca:
Te envio dos fotografías.
Una es la que te hice en el campo a mediodia.
Espero que te guste tanto como a mi.
La otra es de Roseman Bridge antes de que yo retirara la nota que habías clavado allí con una tachuela.
Estoy sentado aquí, recorriendo las zonas grises de mi mente en busca de cada detalle, de cada momento que pasamos juntos.
Me pregunto una y otra vez, ¿Qué pasó en Madison County?, y trato de juntarlo todo.
Por eso escribí el breve texto «Al caer la dimensión Z» que te envio en un intento de aclarar mi confusión.
Miro a través de un objetivo, y estás tú en el otro extremo.
Empiezo a escribir un artículo, y estoy escribiendo sobre ti.
Ni siquiera se bien cómo volví aquí desde Iowa.
De alguna manera, el viejo camión me trajo a casa, pero apenas recuerdo los kilómetros que recorrí.Hace unas semanas me sentía equilibrado razonablemente feliz, tal vez un poco solo, pero al menos contento.
Ahora todo ha cambiado.
Ahora sé que estuve yendo hacia tí, y tú hacia mí desde hace largo tiempo.
Aunque ninguno de los dos percibía al otro antes de que nos conocieramos, había una especie de inconsciente certeza que cantaba alegremente bajo nuestra ignorancia, asegurando que nos reuniríamos.
Como dos pájaros solitarios que vuelan por las grandes praderas por designio de Dios, en todos estos años y estas vidas hemos estado yendo el uno hacia el otro.
El camino es un lugar extraño.
Por él andaba yo arrastrando los pies, y ahí estabas tú, caminando por la hierba hacia mi camión, un dia de agosto.
Viéndolo restropectivamente, parece inevitable (no pudo haber sido de ninguna otra manera): es un caso de lo que yo llamo la alta probabilidad de lo improbable.
De manera que ahora estoy viviendo con otra persona dentro de mi.
Aunque creo que lo expresé mejor el dia que nos separamos, cuando dije que hemos creado una tercera persona a partir de nosotros dos.
Y ahora me acecha ese otro ser.
De alguna manera tenemos que volver a vernos.
En cualquier parte, en cualquier momento.
Puedo ocuparme de los pasajes de avión, si eso es un problema.
Me voy a sudeste de la India la semana que viene, peor estaré de vuelta a finales de octubre.
Te amo, Robert…»
(Carta de Robert Kincaid a Francesca Johnson)