Un psicólogo norteamericano le escribió una carta a su hija y revolucionó las redes sociales. ¿Su mensaje? Que aprenda a valorarse a sí misma y que nunca, pero nunca, se preocupe por «mantener a un hombre interesado»…
«Querida hija:
Hace poco tiempo, tu madre y yo estábamos buscando algo en Google.
Cuando estaba escribiendo la pregunta, Google nos mostró una lista con las búsquedas más populares en el mundo.
El puesto número uno en esa lista era «Cómo mantenerlo interesado».
Me sorprendió.
Revisé varios artículos de la incontable cantidad que aparecieron acerca de cómo ser sexy y sexual, cuándo llevarle una cerveza en vez de un sándwich, y las formas de hacerlo sentir más inteligente y superior.
Me enfurecí.
Pequeña, «mantenerlo interesado» no es, nunca ha sido y nunca será tu trabajo.
Pequeña, tu única tarea es saber en lo más profundo de tu alma -en ese lugar inquebrantable que no se modifica por el rechazo, la pérdida o el ego- que tú eres digna de interés.
(Si puedes recordar que todos también son dignos de interés, estarás por ganar la batalla de tu vida).
Si puedes estar segura de que eres valiosa, serás atractiva en el sentido que más importa en este mundo: atraerás a un chico que sea digno de tu interés y que también querrá pasar su vida poniendo todo su interés en tí.
Pequeña, quiero decirte algo acerca del hombre que no necesita que lo mantengan interesado porque sabe que tú eres interesante.
No me importa que ponga los codos en la mesa, siempre y cuando ponga los ojos en la manera en que tu naríz se frunce cuando sonríes.
Y que luego no pueda dejar de mirarte.
No me importa si no puede jugar al golf conmigo, siempre y cuando pueda jugar con los hijos que le des y disfrute de todos los defectos y las virtudes en las que se parecen tanto a ti.
No me importa que no vaya atrás del dinero, siempre y cuando vaya atrás de su corazón y siempre lo lleve de vuelta a tí.
No me importa si es fuerte, siempre y cuando te dé espacio para ejercitar la fuerza que hay en tu corazón.
No me importa el color de su piel, siempre y cuando pinte el lienzo de sus vidas con pinceladas de paciencia, sacrificio, vulnerabilidad y ternura.
No me importa si fué educado en esta religión o en otra o en ninguna, siempre y cuando haya sido educado para valorar lo sagrado y para saber que cada momento de la vida y cada instante que pase contigo es algo profundamente sagrado.
Al final, pequeña, si encuentras un hombre así y te parece que no tiene nada en común conmigo, en realidad, en realidad, tenemos en común lo más importante: Tú.
Porque al final, pequeña, la única cosa que debes hacer para «mantenerlo interesado» es ser tú misma.
Tu hombre eternamente interesado,
Papá…»
Via: http://www.huffingtonpost.com/kelly-m-flanagan/a-daddys-letter-to-his-li_b_3185190.html
!Qué conceptos tan importantes! Desgraciadamente suplantados por la vanidad y la frivolidad.
Un abrazo
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gracias amigo! pero no todo es asi… hay otro mundo… existe un hermoso mundo sencillo al que de a poco -creo- vamos volviendo y rescatando, del olvido. vamos hartándo de la cáscara y necesitamos -anhelamos- la pulpa!
un abrazo!
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Amo mis días cuando se nutren con estos pensamientos que llegan de la mano de buenos amigos. Compartir es una palabra mágica. Gracias, entonces, Hada. 😉 Y también está la música y Janis.
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Y yo celebro el encuentro Vero! Feliz lunes patrio! (por fin vino el frio!!!!) 🙂
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Sigue siendo hermosa e importante esta entrada siempre que se lee, porque son valores que están por encima del tiempo y las modas.
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🙂 A mi siempre me emociona, volverla a leer, dice muchas de las cosas, que me decia mi viejo!
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