«Tú eres mi amigo, mi hermano,
mi ídolo!… Nada tengo
que temer de tí y mi sola
obligación es adorarte.»-Gertrudis Gómez de Avellaneda
Gertrudis Gómez de Avellaneda era capaz de todo por amor a Ignacio Cepeda. Era una mujer de avanzada a su época: había triunfado con su obra; era independiente, y, sin embargo, se obsecaba en perseguir a un hombre que no la amaba. Y lo que es peor: que la desairaba sistemáticamente. Gertrudis se casó finalmente dos veces y enviudó otras tantas, la segunda vez cuando sólo hacía 60 días que se había casado.
A Gertrudis no se le caían los anillos a la hora de pedir o suplicar:
Gertrudis Gómez de Avellaneda a Ignacio Cepeda
Abril de 1840
«Ven cuando puedas, yo no te exigiré nada; pero cuando te vea dime que me perdonas y déjame besar tu mano; ¡tu mano querida que esta noche no quise acercar a mis labios! Adiós; tengo tu carta aquí sobre mi corazón. Yo no debí esperar otra cosa de tí: esta carta no debe admirarme. Y bien: ¡tu eres mi amigo, mi hermano, mi ídolo!… Nada tengo que temer de tí y mi soa obligación es adorarte. Adiós…»
[.académica frustrada
Aunque fué olvidada posteriormente, Gertrudis Gómez de Avellaneda tuvo mucho éxito en su época. Como años más tarde Emilia Pardo Bazán, fué propuesta para ingresar a la Real Academia Española. Sin embargo, eran otros tiempos, y ni a Eugenia y ni a Gertrudis le concedieron el sillón. A pesar de que fué aclamada en vida, cuando murió sólo asistieron a su entierro diez personas].
-Selección de Alicia Mizrahi


Me encanto la musica..no me gustan las sumisas
Me gustaMe gusta
😉
hmmmm
Me gustaMe gusta
De verdad corazon no me gustan
Me gustaMe gusta
pucha…. programe varias Eddita linda….
Me gustaMe gusta