“ A veces basta con prestar atención a un problema para resolverlo. Si a nuestro hijo lo suspenden en matemáticas y empezamos a prestar más atención a sus deberes, quizá mejoren sus notas. Si nuestra pareja siente que la descuidamos, podemos hacer que se sienta más feliz si le prestamos más atención. Apuntar todo lo que se gasta puede poner freno al derroche.
Del mismo modo, la tensión en el cuerpo es un problema que se puede empezar a resolver con sólo prestarle más atención. Cuando uno se siente tenso o nervioso, es muy útil fijarse en las sensaciones físicas y hacer una lista con ellas. Por ejemplo:
Tengo un ligero dolor de cabeza
Me duele la cintura.
Tengo los músculos del cuello tensos.
Respiro agitada y poco profundamente.
Tengo calor.
Por supuesto que no es fácil recordar que hay que fijarse en las sensaciones físicas y hacer una lista de ellas en medio de una hora punta o un exámen. En esos momentos, uno suele pasar por el alto el estado físico.
Pero hay más probabilidades de acordarte de prestar atención al cuerpo y de manejar la capacidad de hacerlo bien si practicamos estos sencillos ejercicios a solas, cuando no estamos en una situación de estrés.
Siéntate en una posición cómoda y cierra los ojos. Respira hondo varias veces. Extiende el brazo derecho y dóblalo, de manera que la mano quede a la altura de la cabeza. En otras palabras, levanta la mano como si fueras a hacer una pregunta y mantenla un rato en esa posición.
A medida que se te empiece a cansar el brazo, concéntrate en la sensación de cansancio. ¿Qué músculos son los que mantienen el brazo levantado? ¿Puedes relajarlos de alguna forma sin bajar el brazo? Examina tu cuerpo y averigua si hay otros músculos tensos. ¿Pones rígidas las piernas porque te duele el brazo? Si es así, ¿puedes relajarlos? Concéntrate en el corazón, el estómago y los pulmones. ¿Empiezas a sentir un poco de ansiedad? Si es así, ¿sabes cómo calmarte? Respira hondo varias veces mientras te dices con suavidad: ´Calma, tranquilo¨.
Al cabo de tres o cuatro minutos, baja el brazo despacio y apóyalo sobre el regazo. Mientras lo bajas, concéntrate en las sensaciones. ¿Qué músculos están agarrotados y cuáles no? ¿Puedes identificar el momento en que los músculos que han sostenido el brazo se relajan? ¿Cómo va desapareciendo la incomodidad? ¿En cuánto mueves el brazo o poco a poco? ¿Sientes alguna incomodidad mientras tienes la mano apoyada en el regazo? ¿Sigues sintiendo los músculos que tenías tan presentes con el brazo en alto?…”
-Matthew McKay/Patrick Fanning
Muy importante prestar atención en cada ámbito de nuestra vida. Ya lo necesitaba. Muchas gracias por este recordatorio Gabi. Y el tema musical es muy lindo. Nuevamente muchas gracias. Un abrazo!!!!!
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Gracias a VOS, Jessie!
Abrazo al alma!
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Gracias mi mariposa Comparto
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Gracias Eddita!
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