“Pies, ¿Para qué los quiero si tengo alas para volar?
-Frida Khalo
-Frida Khalo (Ilustration by ©Helena Morais Soares)
“Había una vez una niñita llamaba Frida que vivía en una casa azul brillante en la ciudad de México. Al crecer se convertiría en una de las artistas más famosas del siglo XX, aunque por varias razones estuvo a punto de no llegar a ser adulta.Cuando tenía seis años casi muere de polio. La enfermedad le dejó una cojera permanente, pero eso no le impedía jugar, nadar y pelear como el resto de los niños.
Luego, a los dieciocho años , sufrió un terrible accidente de autobús en el que otra vez estuvo a punto de morir. Y de nuevo pasó varios meses en cama. Su madre le armó un caballete especial para que pudiera pintar recostada, pues Frida adoraba pintar más que otra cosa en el mundo.
Tan pronto pudo volver a caminar, fué a visitar al artista más famoso de México: Diego Rivera.
-¿Crees que mis pinturas son buenas? -le preguntó. Sus pinturas eran increíbles: audaces, brillantes y hermosas. Diego se enamoró de sus pinturas, y luego se enamoró de ella.
Diego y Frida se casaron. Él era un hombre alto y robusto que usaba un sombrero de ala ancha. Ella se veía diminuta a su lado, por lo que la gente los llamaba el Elefante y la Paloma.
Frida pintó cientos de Autorretratos a lo largo de su vida en los que aparecía rodeada de las aves y los animales que tenía como mascotas. La casa azul brillante en la que vivía sigue existiendo, tal y como ella la dejó, llena de color, alegría y flores.”
-Frida Khalo (6 de julio de 1907/13 de julio de 1954, México,de “cuentos de buenas noches para niñas rebeldes”©)