Gao Sihua.jpg

 Sky Gao Sihua© 高思桦 b.1983 China («Sound of Nostalgia Against a Clear»)

 

«En todos nosotros hay un niño que sufre.
Todos hemos pasado por momentos difíciles en la infancia; muchos hemos vivido experiencias traumáticas.
Con frecuencia tratamosde olvidar esos momentos dolorosos para protegernos y defendernos del sufrimiento futuro.
Cada vez que entramos en contacto con algún tipo de sufrimiento, nos parece queno podemos soportarlo, y embutimos nuestros sentimientos y recuerdos en lo másprofundo de la mente inconsciente. Puede ser que durante muchas décadas no noshayamos atrevido a mirar a los ojos a ese niño.
Pero solo porque lo hayamos ignorado, no significa que no esté ahí.
El niño herido está siempre ahí, tratando de llamar nuestra atención.
Nos dice: «Estoy aquí, estoy aquí.No puedes ignorarme. No puedes huir de mí».
Queremos poner fin a nuestro sufrimiento enviando al niño a un lugar profundo en nuestro interior, para que se quede tan lejos como sea posible.
Sin embargo, la huida no acaba con el sufrimiento, sino que tan solo lo
prolonga.
El niño herido pide cuidado y amor, pero nosotros le ofrecemos lo contrario.
Escapamos porque tenemos miedo a sufrir.
La losa de dolor y pena con la que cargamos en nuestro interior nos parece abrumadora.
Aunque tengamos tiempo, no conectamoscon nuestro interior. Tratamos de mantenernos constantemente entretenidos, ya sea viendo la televisión o alguna película, socializando o echando mano del alcohol o las
drogas, porque no queremos experimentar otra vez ese sufrimiento.
El niño herido está ahí, y nosotros ni siquiera lo sabemos.
El niño herido que habita en nuestro interior es una realidad, pero no lo vemos. Esa incapacidad para verlo es unaespecie de ignorancia.
Ese niño se encuentra gravemente herido, necesita desesperadamente que nos acerquemos, pero en vez de eso, lo abandonamos.
La ignorancia reside en cada célula de nuestro cuerpo y de nuestra conciencia. Es como una gota de tinta en un vaso de agua.
Esa ignorancia nos impide ver la realidad;nos empuja a hacer cosas estúpidas que nos hacen sufrir aún más y que, de nuevo,lastiman al niño ya herido en nuestro interior.
Ese niño herido está también en cada célula de nuestro cuerpo.
No hay ni una sola enla que no esté presente.
No tenemos que buscarlo lejos, en el pasado. Basta con que ahondemos en nuestro interior para conectar con él. El sufrimiento de ese niño herido está dentro de nosotros justo ahora, en el momento presente.
Pero así como el sufrimiento está presente en cada célula de nuestro cuerpo, también lo están las semillas de la comprensión consciente y la felicidad que nos han legado  nuestros antepasados.
Tan solo tenemos que utilizarlas.
Tenemos una lámpara en nuestro interior, la lámpara de la atención plena, que podemos encender en cualquier momento.
El aceite de esa lámpara es nuestra respiración, nuestros pasos y nuestra sonrisa tranquila.Tenemos que encenderla para que brille la luz y se disipe la oscuridad.Debemos habituarnos a encenderla.
Cuando tomamos conciencia de que hemos olvidado al niño herido en nuestro
interior, sentimos una gran compasión por él y empezamos a generar la energía del mindfulness.
Caminar, sentarte y respirar conscientemente son prácticas básicas.
Con larespiración consciente y el caminar consciente podemos generar la energía delmindfulness y recuperar la sabiduría consciente que reside en cada célula de nuestrocuerpo.
Esa energía nos abrazará y sanará, y sanará a su vez al niño herido que habita en nosotros.»

-Thich Nhat Hanh

 

 

 

 

 

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

A %d blogueros les gusta esto: