Emilia Szewczyk©
«Útero, matriz,
cuna de mis tres hijos,
cofre de mi sangre menstrual,
caja de resonancia de placeres compartidos y también escondite de mis miedos, mis frustraciones y mis lágrimas.
Mañana te entregas para que pueda recuperar las fuerzas y la alegría de vivir, para que pueda seguir viviendo y hacer lo que he venido a hacer, caminando ligera en el amor y en la confianza, pasito a paso, respirando.
Te entregas como una madre y con este acto de amor incondicional me impregno del profundo sentido que tienen las palabras: contener, maternar y custodiar.
Gracias por haber sido parte de mi, por haberme reconciliado con mi feminidad y haberme mostrado el camino a seguir.
Te pido perdón por haber tardado tanto en escuchar tu llanto, tu grito, que son los míos. Por mi miedo a no atreverme a soltar. Siento haber tardado en aprender a cuidarte y cuidarme. Te pido perdón y a la vez te agradezco profundamente estas enseñanzas y amo cada paso dado hasta ahora.
Ya no estarás físicamente, pero tu energía, tu poder y sabiduría ancestral están grabadas en cada una de mis células. Llevaré siempre conmigo tu entrega y tu energía amorosa.
Me comprometo a respetar y honrar ese espacio que dejas, que seguirá siendo mi templo. Lo llenaré de vida, de
emociones verdaderas y sobre todo de LIBERTAD.
Gracias,
Que la Tierra te acoja en su seno y que esta Purificación contribuya a sanar los úteros de otras mujeres y de la propia madre Tierra…»
-Inés de la Calle
Via: Mujer Ciclica
PD de Gabi: te recomiendo Suscribirte a Mujer Cíclica para recibir novedades e inspiración. Es muy blog muy interesante para conectar con la sabiduria femenina