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Foto: Gabi

 
«Exploramos sin cesar,
y al final de nuestras exploraciones
llegamos al punto de partida.
Y reconocemos ese lugar por primera vez.»
-T.S.Elliot

Ese instante de profunda alegria que pasa cuando descolgás el teléfono
y escuchás la voz de un amigo querido con el que no hablabas desde hace tiempo…

 

El calor que sentís en el pecho cuando mirás a través de una habitación repleta de gente, a la persona que amas…

Aflojar la marcha hasta ir al paso después de haber corrido mucho o muy rápido, con el cuerpo totalmente relajado y dándote cuenta de que en ese momento no harías otra cosa que seguir caminando…

El sentir latir con fuerza tu corazón, y tus músculos cansados pero agradecidos por entrenar y superarte cada día un poquito más…

El deleite de un baño perfumado con aceites y sales esenciales que relajan tu cuerpo y despejan tus preocupaciones por un rato…

Apretar el rostro contra un gran montón de musgo en los bosques invernales
y oler un aroma tenue y misterioso como a clavo…

El sonido de una pelota al golpear la calle cuando los niños están jugando…

El ruido de una tormenta golpeando el cielo y las primeras gotas de lluvia que se desparraman por la canaleta de zinc…(el olor a tierra mojada que regala ese aguacero)

El olor lechoso del aliento de un cachorro de perro, algo hediondo pero con la dulzura de la inocencia…

Los brotes nuevos que salen de las yemas de los árboles cuando la primavera avanza su paso…

Té especiado, un buen libro y el crepitar hipnótico del fuego en una noche fría de invierno…

Ese momento en el tai chi en que todos mis pensamientos desaparecen y ya no siento que estoy haciendo una figura, sino que la figura me está haciendo a mí…(o lo que sea que hagas, siempre que fluyas y te entregues a sentir tu cuerpo y alma, conectado)

Levantarme muy temprano por la mañana para comenzar un viaje por la carretera, cuando nadie se ha levantado, y ver cómo el cielo clarea al amanecer
y oler los campos húmedos de rocío por la ventanilla del coche…

Esconderse tan bien jugando al escondite que nadie te encuentre, y que el juego termine y tú sigas escondido…

Recordar el nombre de alguien o de algo cuando lo has tenido en la punta de la lengua durante días y no te salía…

Hundir las manos en la masa, y luego embriagarse con el aroma a caramelo y manteca que sale del horno…

Caminar descalza en la gramilla verde y sentir el ruidito de las gotas de rocío, estallando al paso…

Que te despierten por la mañana con besos de mariposa en la mejilla…

El aroma a jazmín y lavanda que invade el jardín, cada tarde…

El zumbido danzante de las abejas polinizandolo todo…

La embriaguez de la casa en silencio cuando todos se fueron a dormir y escuchás sólo un coro de grillos por tu ventana…

La paz de sentir la inmensidad, en una noche preñada de estrellas…

El agradecer cada dia cuando te levantás, y podés caminar y ver, escuchar y palpar, sentir y pensar… y la gratitud al terminar el dia y saber que se te dió la posibilidad sagrada de tener esta vida sencilla y de abrazar pequeñas alegrías…

-Gabi Dakoff

 
 
 
 
 

 
 
 
 
 
 

4 Replies to “.placeres Breves”

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