
.pionera de la fotografía del siglo XX
Descendiente de escoceses afincados en Virginia desde el siglo XVII, Imogen Cunningham nació el 12 de Abril de 1883 en Portland, Oregon, primogénita de los seis hijos del matrimonio de Isaac y Susan Cunningham.
Isaac era un individualista excéntrico, librepensador, autodidacta y ávido lector, espiritualista y vegetariano; miestras que Imogen describe a su madre como una mujer dulce y tranquila que «nunca expresó una opinión de ninguna clase», y la consideraba como una víctima desafortunada pero no atípica de esos tiempos.
Isaac comenzó la educación de su hija en el hogar, enseñándole a leer la biblia, Shakespeare (él había bautizado a su hija con el nombre de la virtuosa y doliente heroína del drama Cymbeline de Shakespeare), y el Infierno de Dante.
A causa del espíru itinerante de su familia, Imogen comenzó su educación formal a la tardía edad de ocho. Espoleada por su padre Isaac para perfeccionar su educación, y seguramente por repudio a la posición que ocupaba en la vida su madre Susan -que Cunningham llamaba «el enigma de las mujeres»- la independiente Imogen fué el único miembro de la familia que obtuvo un grado universitario.
Desde su niñez, Cunningham acarició la idea de convertirse en fotógrafa, y en sus primeros años de universidad decidió asistir a los cursos correspondientes. Se graduó en química, y también estudió física, literatura, alemán y francés.
La incipiente fotógrafa procesó su film a la luz de una vela proyectada por una caja roja en el cuarto oscuro que su padre había construído con papel alquitranado en un rincón de su leñera.
En otoño de 1909, y gracias a una beca, Imogen viaja a Alemania para estudiar fotoquímica en la Escuela Superior Técnica, con el renombrado profesor Robert Luther. La ciudad era sede de la Exposición fotográfica mundial de 1909, una de las muestras más amplias jamás realizadas, y que ofreció a la artista la oportunidad de ver y comparar los trabajos de fotógrafos europeos y norteamericanos.
Cuando volvió a su terruño, en 1910, sólo le quedaban unos pocos dólares y no tenía dónde vivir, sin embargo, en el transcurso de pocas semanas encontró una casita de campo y la transformó en un estudio artístico: se proclamó como la única fotógrafa en Seatle capaz de realizar retratos expresivos, y se enorgullecía de ofrecer una imagen natural, como alternativa a las poses rígidas y los formatos estereotipados utilizados rutinariamente por los estudios comerciales.
Ella había agudizado su sensibilidad para interpretar la esencia de los retratados.
En 1913 Imogen publicó un importante manifiesto feminista en su obra «La fotografía como profesión femenina» en la cual atribuye «la falta de obras manifiestamente vigorosas e individuales» realizadas por mujeres en el campo del arte a una evidente carencia de oportunidades.
Afirmaba es «difícil comprender porqué se presumió durante tantos años que las mujeres sólo tenian aptitudes para las artes e industrias del hogar (…) Y quién podría decir, ante los éxitos obtenidos todos los años por las mujeres en su profesión, que ellas no son idóneas para esas actividades y que todavía deberían ser educadas solamente en torno a las tres K (Kirche, Küche and Kinder: iglesia, cocina y niños)».
Creía que una carrera en la fotografía o cualquier clase de carrera, no debería depender del sexo.
Aceptó rápidamente el tema del desnudo como tema de su obra, el desnudo en el paisaje y nudistas durante el baño y la recreación: era una expresión de la creatura original y pristina integrada en la naturaleza, pero también una forma de superar las coerciones sociales y un rechazo de la hipócrita moral burguesa.
Desde su primera aparición, en 1914, la revista norteamericana Vanity Fair pasó a ser la publicación favorita de Imogen Cunningham. Y aceptó su primer encargo comercial de retratos en 1921, cuando realizó fotografías del Ballet Íntimo de Adolph Bohm.
Durante los años veinte se incrementó el interés del artista por la pureza de la imagen y la claridad del detalle, que se reflejan sobre todo en el tratamiento de los ejemplares de la flora que Imogen recogía en su jardín o en el vecindario.
El fotógrafo Edward Weston, dijo de ella:
«Ella utiliza su medio, la fotografía, con toda honestidad, sin trucos ni evasión: la imagen es un limpio corte de la cosa en sí misma; es la vida que percibe a través de la lente, una vida que posee obviamente una forma exterior. Con una inequívoca alegría en la ejecución de su trabajo, con los ojos despejados de un auténtico fotógrafo, que sabe lo que se puede hacer y lo que no se puede hacer con ese medio,nunca recurre a acrobacias técnicas, y no se encasilla a sí misma como pintora de tercera categoría. ¡Imogen Cunningham es una fotógrafa! Y una muy buena! «
El 14 de febrero de 1975, la artista creó la Fundación Imogen Cunningham, para administrar, promocionar y comercializar su obra fotográfica, durante y después de su vida.
La intensa búsqueda de Imogen quedó plasmada en su última serie de fotografías, referente a sí misma y titulada «después de los noventa», donde se reflejan una confirmación del pasado y el resumen de una vida que se trasluce en el intenso carácter de ese rostro marcado por el tiempo.
-Richard Lorenz

Adolf Bolm Ballet Intime Dancers, 1921

Agave design- 1920s.

Auf-wiedersehen-1912

The wind about-1910

The-supplicant-1910

The-honesty-plant-1912

The-dream-1910

The-dom-dresden-1909-1910.jpg

Sun-and-wind-1910

Spiral-back-1929

Self-portrait-with-camera-1912

Magnolia-variations-on-a-theme-1920

In-moonlight-1911

Herr-doktor-robert-luther-dresden-1909-1910

1929

Helen-2-1928

Hands-of-henry-cowell-1926

Hand-of-gerald-warburg-2-1929

Gerald-warburg-cellist-1929

Gryff-1921

Eve-repentant-1910

Edward-and-margrethe-4-1922

Eclipse-1923

Colletia-cruciata-7-1929

Clare-and-floating-seeds-1910

Children-with-birdcage-1909-10

Calla-about-1925

Birdcage-and-shadows-1921

Three-dancers-mills-college-1929

Water-hyacinth-1-1920

Violin-1920

Veiled-woman-1910

Tuberose-1920s