Gramsci escribió numerosas cartas en las que se extrañaba de que Yulca (su esposa) no le escribiera, o simplemente, la extrañaba. En esta divertida carta le dice que cuando vuelvan a verse necesitarán escrutarse “al menos durante cinco minutos para reconocernos más profundamente, pero a continuación te sacaré la lengua para hacerte rabiar”.
Antonio Gramsci a Yulca
Roma, 11 de agosto de 1924
“Mi queridísima Yulca:
Esta semana no he recibido carta tuya. Me armaré de paciencia y esperaré otros ocho días. Mientras tanto dejo correr mi fantasía, trato de construir tu vida con la imaginación. Tal vez también tú estés esperando, como yo, pero en tu esperar hay una ansiedad más grande y profunda que en mi ansiedad. ¿Verdad que estás sintiendo siempre cuánto te quiero? ¿Sientes cómo mis brazos están constantemente junto a tí para ayudarte y para abrazarte? Queridísima, liubimaia, charosciaia, rodnaia, tienes que sentirme siempre cerca, muy cerca de tí, en la adversidad y en la alegría. ¡Cómo cambiamos a cada día que pasa! Nos hacemos distintos, nuevas relaciones se forman entre nosotros. Cuando volvamos a vernos necesitaremos escrutarnos al vernos cinco minutos para reconocernos más profundamente, pero a continuación te sacaré la lengua para hacerte rabiar. Y luego nos querremos mucho, más que en el pasado, y después, cada día que pase, más. Aunque no sé si será posible que yo te quiera más que ahora porque hoy te quiero mucho mucho querida…”
-Selección de Alicia Mizrahi
QUE MARAVILLA GABY, GRACIAS
Me gustaMe gusta
A vos, Edda!
Me gustaMe gusta