
«Una mirada desde la alcantarilla puede ser una visión del mundo
la rebelión consiste en mirar una rosa hasta pulverizarse los ojos.
Yo canto.
No es invocación.
Sólo nombres que regresan.
Silencio yo me uno al silencio yo me he unido al silencio y me dejo hacer me dejo beber me dejo decir».
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«Tú eliges el lugar de la herida en donde hablamos nuestro silencio.
Tú haces de mi vida esta ceremonia demasiado pura.» .
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«Recibe este rostro mío, mudo, mendigo.
Recibe este amor que te pido.
Recibe lo que hay en mí que eres tú.» .
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«Si yo me atrevo a mirar y a decir es por su sombra unida tan suave a mi nombre allá lejos en la lluvia
en mi memoria por su rostro que ardiendo en mi poema
dispersa hermosamente un perfume a amado rostro desaparecido» .
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«En la noche a tu lado las palabras son claves, son llaves.
El deseo de morir es rey.
Que tu cuerpo sea siempre un amado espacio de revelaciones.»
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«Una flor no lejos de la noche
mi cuerpo mudo se abre
a la delicada urgencia del rocío.»
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«En la mano crispada de un muerto,
en la memoria de un loco,
en la tristeza de un niño,
en la mano que busca el vaso,
en el vaso inalcanzable,
en la sed de siempre.» .
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«Cuando me miras mis ojos son llaves,
el muro tiene secretos,
mi temor tiene palabras,
poemas.
Sólo tú haces de mi memoria una viajera fascinada,
un fuego incesante.»
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«Y aún me atrevo a amar el sonido de la luz en una hora muerta,
el color de tiempo en un muro abandonado.
En mi mirada lo he perdido todo.
Es tan lejos pedir.
Tan cerca saber que no hay.»
-Alejandra Pizarnik