
«Viaja de ti mismo hacia ti mismo
tratando de ser lo que serás.
La única manera de avanzar
es extraer al ser de la palabra,
extraer al acto de la intención,
extraer al amor del adueñamiento,
extraer al deseo de su objeto imaginario, horadar el túnel de la mente perdiendo una y mil pieles,
no ser ni esto ni lo otro, unirlos
en un sólo círculo, buscar la mirada
oculta detrás de la mirada, de ojo en ojo ascender hasta la última conciencia, lo artificial llevado por el viento como un enjambre de pétalos.
Circulará entonces por tus venas
el licor de las entrañas cósmicas,
deshaciendo nudos ciegos, integrando
en el bosque desnudo al árbol acorazado.
Tu patria será sólo las huellas
de tus pies desnudos, y tu edad, la edad del mundo.
Nunca más en tu frente una definición.
Nunca más en tu pecho la víbora envidiosa.
Nunca más entre tus piernas
el deseo de una carne sin alma.
Elegirás por camino a la impalpable niebla, vencerás al espejo que compara, demolerás la pirámide de ancestros que llevas incrustada en la espalda.
La ascensión y la caída se amalgaman
los ojos que miran por fin se miran,
la manía de nombrar se reduce a un grito.
Placer incesante, orgasmo eterno,
silencio que es suma de todas las músicas.
Dios, como un trompo de madera
gira sobre la palma de tu mano.
Te integras a la espiral de astros,
en el ombligo del mundo se baña tu alma, cada uno de tus cabellos se amarra al cielo, una nube plena de lluvia colorada alimenta el llanto de tu éxtasis, florece en tu boca un árbol blanquinegro, tus dedos trazan jeroglíficos de fuego.
La mujer esperada durante tantas vidas es parida por tu sombra.
Su piel de luna dorada
endulza el laberinto amargo que te cubre como un mausoleo.
Las agujas de su voz penetran en tu cáscara de piedra, entran en tu memoria, llegan al punto donde brota la vida y se convierten en los primeros latidos de tu nuevo corazón.
-Alejandro Jodorowsky
